Varias semanas atrás la senadora por la ANR, Lilian Samaniego, en su calidad de presidenta de nuestro partido, denunció corrupción en en el seno las fuerzas armadas. Ella arrimó datos concretos que probaban que altos jefes militares se quedaban con el fruto del esfuerzo de instructores del ejército de menor rango. Prevalidos de su rango los obligaban a guardar silencio mientras ellos cometían la felonía de usurparles el dinero legítimamente ganado.