Epifanio Méndez Fleitas

El Partido Colorado siempre se distinguió por la calidad humana de sus grandes hombres. Eran algunos notables intelectuales; otros, luchadores natos, dispuestos a ofrendar hacienda y vida en pos de sus ideales, y los demás, auténticos caudillos, aguerridos, disciplinados y que ejercían enorme  atracción sobre el pueblo, visto su poder de convicción, la confianza que despertaban y el respeto que imponían por que tenían la certeza de que los conducirían a la realización de sus  anhelos.
 
Esa clase de hombre era Epifanio Méndez Fleitas, síntesis perfecta del intelectual, luchador y caudillo. Un líder de tierra adentro, una persona intensamente nacionalista y por ende colorado, muy considerado y querido por sus seguidores. De vasta formación cultural, amaba la música y la guitarra en especial. Hermosas polcas y guaranias de su creación continúan hoy día deleitando a quienes los escuchan y son “Che Sy”, “Che mbo’e harépe”, “Serenata”, y “Che Jazmín” por citar algunas.
 
Agudo y hábil periodista, era la pluma certera el arma utilizada por él en la defensa de la doctrina y la ideología del Partido Colorado. Numerosas publicaciones atestiguan su oficio de escritor. Sus obras concitaban el debate y desataba la polémica entre sus adversarios políticos y correligionarios. En los momentos difíciles del Partido Colorado, cuando soportaba los efectos del divisionismo, Epifanio Méndez Fleitas se erigió en el jefe político de mayor arrastre y predicamento en el coloradismo.
 
Así fue atesorando pergaminos partidarios en esas horas cruciales. Su pugna incansable, su enérgico temperamento, su destreza política, le franquearon las puertas de la máxima conducción de la ANR y de la gestión gubernativa superior.
 
Como Jefe de Policía de la Capital, impuso orden y seguridad ciudadana; en la Presidencia del Banco Central del Paraguay desarrolló eficiente tarea en asuntos de política monetaria, y también con éxito se desenvolvió por varios años en la Cámara de Representantes. Igualmente integró la Junta de Gobierno de la ANR.
 
Epifanio Méndez Fleitas en el momento de su apogeo político, despertó la suspicacia de sus propios correligionarios, que comenzaron a verlo como de una nueva corriente dentro del Partido Colorado y que arriesgaba sus respectivas posiciones. Las intrigas poco a poco dieron resultado, y a fines de 1955, Epifanio Méndez Fleitas emprendió el viaje hacia el exilio de donde nunca más volvió, falleciendo en Buenos Aires, donde, hasta hace algunos años reposaban sus restos.
 
Se hizo justicia con este gran colorado, cuando sus restos fueron repatriados y hoy descansa en paz en esta su tierra que tanto amó, y a quien dejó como legado el ejemplo de su hombría de bien, su coloradismo, su lucha por su noble causa política y su música que con sus letras y melodías animan el espíritu de quien lo escucha.
 
Sus méritos han sido extraordinarios, y es de buen colorado rendir un homenaje a quien tanto se brindó a su Partido y a su Patria.

Biografía extraída del libro: «Espejo para la Juventud» del Lic. Arsenio Basualdo