Juan Crisóstomo Centurión

Juan Crisóstomo Centurión ( Itauguá, 27 de enero de 1840 – Asunción, 12 de marzo de 1909) fue un hombre paraguayo de regular erudición, fue periodista, educador, traductor, diplomático y político.

Nació el 27 de enero de 1840 en Itauguá; hijo de don Francisco Antonio Pérez de Centurión y de doña Rosalía Martínez y Rodas. Aprendió a leer y escribir en la modesta escuela de la compañía de Cañadita. Fue alumno del maestro Quintana en Asunción y años después en la Escuela de Matemáticas de Pedro Dupuy.

Posteriormente recibió instrucción de Ildefonso Bermejo, contratado por el gobierno paraguayo como educador y periodista.

Fue escogido para estudiar en el aula de Filosofía, institución regida por el propio presidente Carlos Antonio López, quien calificaba personalmente el rendimiento de cada estudiante.

En 1858 integró, por decisión de López, la nómina de becarios enviados a Europa.

En Inglaterra cursó clases de literatura francesa e inglesa y de idioma alemán. Dedicó su tiempo al conocimiento de Derecho Internacional Público y Privado en el King’s College de la Universidad de Londres.

Centurión adquirió una destacada preparación intelectual. La condición cultural y la visión personal de las circunstancias le permitieron registrar un testimonio de indudable valor para la interpretación de la historia paraguaya.

La guerra truncó la promisoria carrera de Centurión. En 1863 fue llamado de vuelta al Paraguay para ponerse a las órdenes del presidente Francisco Solano López.

Fue secretario de Cancillería y traductor oficial, cargos en los que siguió sirviendo durante el curso de la contienda. Es fácil deducir la importancia que representó para el gobierno la colaboración de un individuo con tales requerimientos.

Recibió la condecoración de la Estrella de Caballero de la Orden Nacional al Mérito en el año 1866. En simultáneo a sus responsabilidades se le encomendó la creación de una escuela donde impartía conocimientos de geografía, castellano e idiomas. Y además colaboraba con la redacción de artículos para el periódico de guerra “El Cabichu-í”.

En el periodo final de la contienda (1869) Juan Crisóstomo era coronel del ejército paraguayo. Tuvo desavenencias con sus pares del Comando de Operaciones que le pusieron en peligro de ser sometido a Consejo de Guerra. El presidente López prefirió mantenerlo a su lado.

La hecatombe de Cerro Corá, el 1 de marzo de 1870 significó el fin de la tragedia. Muerto López y aprisionado los jefes sobrevivientes, Centurión, herido en la cara de una balazo acompañó a las tropas de regreso al puerto de Villa Concepción. Allí fue embarcado con otros altos jefes y conducidos a Río de Janeiro en carácter de prisioneros de guerra.

Desde el Brasil pudo trasladarse a Francia. En París contrajo enlace con Concepción de Zayas y Echavarría, reconocida pianista nacida en Cuba. Centurión cuenta en sus memorias haber residido en los Estados Unidos, en Cuba y en la isla de Jamaica antes de emprender el retorno a su patria en 1878.

De inmediato pasó a incorporarse en la vida periodística colaborando con “La Reforma” y “La Democracia” en la difícil tarea de la reconstrucción nacional.

Trabajó como abogado y fue miembro del Superior tribunal de Justicia y Fiscal general del Estado. Tomó parte activa en la vida política figurando entre los signatarios del acta de fundación de la Asociación Nacional Republicana.

El presidente Patricio Escobar lo designó ministro de Relaciones Exteriores y en tal carácter le tocó intervenir en las primeras pujas diplomáticas sobre la cuestión del Chaco.

En 1890 fue designado ministro plenipotenciario ante los gobiernos de Inglaterra, Francia y España.

En 1895 era senador e integrante de la comisión de estudios de la frontera con Bolivia.

Escribió sus “Memorias ó Reminiscencias históricas sobre la Guerra del Paraguay”, medulosa descripción testimonial de los acontecimientos más destacados de la Guerra contra la Triple Alianza. Fue fundador del Instituto Paraguayo.