El inicio del nuevo año está conmovido por la noticia del nuevo brote de fiebre aftosa en San Pedro, afectando sensiblemente la ganadería, uno de los pilares fundamentales de la economía nacional. A pocos días de haberse levantado la EMERGENCIA SANITARIA ANIMAL declarada por el gobierno en setiembre del año pasado, se produce el rebrote de la enfermedad, lo cual denota el manejo negligente e irresponsable de una situación extremadamente grave tanto de las autoridades del gobierno como de algunos productores. El espectáculo que ofrecen hoy el sector público y el sector privado involucrados en el tema es de acusaciones recíprocas que solamente sirven para agravar la cuestión.